viernes, 13 de marzo de 2009

Aveces...



Aveces solo quieres escuchar un hilo de voz que te ayude a labrarte un camino, una esperanza, un ánimo. No necesitamos mucho, pero ese hilo de voz no se exige viene solo bailando con el aire, mezclando su aliento con licor sin llegar a embriagarte.


Si lo exiges tiras de él y se rompe para siempre, te queda un extremo inservible manchado de inmadurez.


Pero aveces sólo querías un abrazo y la humanidad entera no comprendió la manera emotiva en que mirabas la pared.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay quienes no entienden de sutilezas pero entienden palabras. Prueba a pedir, sin exigencias pero también sin maniobras.
Un beso, preciosa.