Estos últimos días han sido una farsa, no me siento bella, no tengo talento, aferrada al final me sigo quejando. Más sin embargo quisiera tanto creer en mis sueños y que el magnetismo de ese vago pensamiento dibujara tantas mentiras bonitas y tantos colores en mis ojos marrones. Pero los trazos no tienen alma, todo es una mentira para darle vuelta a un precipicio constante, sin alas ni paracaídas.
Escribo sobre mi vida, y mientras lo hago pienso una fracción de segundos ¿Esta es mi vida realmente? ¿Se logra ver eso que celosamente corre por mis venas? Eso que bebe todos mis sueños. Y todavía me atrevo a encarar todo como una niña, cuando nada, absolutamente nada encaja con mi aspecto físico, sólo la daga en mi cuerpo, falsificando heridas mortales.
14/12/08
2 comentarios:
El arte es una mentira que nos acerca a la verdad.
No lo digo yo, que lo dijo Picasso.
Bonito lavado de cara, Beth.
me encantan tus ojos!!!
Publicar un comentario